Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

sábado, 8 de marzo de 2008

Karol Wojtyla Arzobispo de Cracovia


Karol Wojtyla fue nombrado Arzobispo de Cracovia el 13 de enero de 1964, el nombramiento se hizo público poco tiempo después, pero su ingreso solemne en la catedral del Wawel tuvo lugar el 8 de marzo de 1964, el domingo Laetare (cuarto domingo de Cuaresma)

En “¡Levantaos! ¡Vamos!” Juan Pablo II recuerda “que en el umbral de la catedral me dieron las bienvenida el profesor Franciszek Bielak y monseñor Bohdan Niemczewski, prepósito mitrado del Capítulo. Me introdujeron en la catedral donde tenia que ocupar el trono episcopal, vacío desde la muerte del cardenal Sapieha y del arzobispo Baziak. No recuerdo los detalles del discurso que pronuncié entonces, pero fueron palabras llenas de emoción al referirme a la catedral del Wawel a su patrimonio cultural, al que estaba ligado “desde siempre”… “ desde niño la catedral del Wawel ha sido un lugar especial para mi…” “la catedral del Wawel encierra toda la historia de Polonia…”
El P. Figlewicz, a quien conocia desde sus años en Wadowice, le habia inculcado el gran amor que sentía por el templo del Wawel, que un día llegaría a ser su catedral episcopal. Allí celebro su “Primera Santa Misa” en al cripta de San Leonardo, y “el P. Figlewicz estaba a mi lado y me hacia de asistente” (“Don y Misterio”)



No me acuerdo de cuando fui por primera vez, pero desde que comencé a frecuentarla me senti especialmente atraído y apegado . Pienso también en el signo profundo y emocionante del palio: lo recibí en el mismo año 1964. …en el palio podemos ver la imagen de una oveja que el Buen Pastor pone sobre sus hombros y la lleva consigo para salvarla y alimentarla…..Desde el 8 de marzo de 1964, participé ya como arzobispo metropolitano en el Concilio hasta su clausura el 8 de diciembre de 1965. La experiencia del Concilio, los encuentros en la fe con los obispos de la Iglesia universal y, al mismo tiempo, la nueva responsabilidad ante la Iglesia de Cracovia que se me había confiado, me permitieron comprender mas a fondo el papel del obispo en la Iglesia…” (“¡Levantaos! ¡Vamos!”)

Confiesa George Weigel en la biografia de Juan Pablo II “Testigo de esperanza” que Karol Wojtyla no fue lo que se dice un brillante administrador del arzobispado de Cracovia. Hubo quienes le objetaban que quizás estaba demasiado interesado en mantener un dialogo con aquellos que sólo ponian palos en su camino….pero cita también las palabras del sacerdote Jozef Tischner, que “Wojtyla fue una gran figura, de aquellas que no solo transforman sus ideas en instituciones sino que además gozan de admiración y prestigio entre sus colegas, sus subordinados y su gente… ….presencia fuerte en Krakow…. se imponía metas bien definidas y las cumplía…”

Comenta también Weigel que todo indica que seguramente hubiese querido permanecer al servicio de su amada Cracovia de por vida….pero justamente porque había hecho tan bien su trabajo no seria Arzobispo de Cracovia para siempre….

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