Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

lunes, 2 de junio de 2008

Juan Pablo II primer viaje a Polonia junio 1979


Nadie que haya visto algún video o filmación de la primera visita de Juan Pablo II a Polonia habrá podido quedado indiferente. Eleva la moral, ese sentir por su patria, despierta, reaviva el sentido de pertenencia. El Cardenal Karol Wojtyla volvía a su amada Polonia como Papa conteniendo sus emociones con dificultad. Como buen eslavo trataba de guardarlas para sus adentros y sonreía para no llorar. Y alli lo esperaban, igualmente emocionados, no solamente el pueblo, que no cabia en si de gozo, sino tambien sus compañeros de escuela y de claustros, vecinos y colegas monaguillos, fieles de una y otra parroquia, sacerdotes y religiosos y religiosas de todos los rincones de Polonia, compañeros obreros de la cantera y de la fábrica, hijos espirituales, alumnos y profesores, los jóvenes –su esperanza más sincera y profunda - y la familia polaca toda. Hasta el gobierno comunista debió mirar hacia un costado, temeroso – no obstante - de una sublevación popular. Juan Pablo II se encargo de invitar a la calma y a la oración como única arma. Era un renacer espiritual.

Polonia no creia a sus propios ojos, cuando Karol Wojtyla desde un automóvil descubierto atravesó las calles de Varsovia. Una lluvia de pétalos caía de las casas, y la gente casi traumatizada de emoción, solo quería llorar” dice su secretario ahora Cardenal de Cracovia Stanislaw Dziwisz en "Una Vida con Karol". Más adelante sigue diciendo “desde la ventana, mientras el avión iniciaba la etapa de aterrizaje, Juan Pablo II veia como su Patria le venia al encuentro. Estaba tieso, emocionado. Y hablaba tan lentamente que resultaba casi molesto escucharlo. Decía que aquel viaje era un deber. Debia visitar Polonia. Debía dar su apoyo a los polacos”.

Aquel hijo de la nación polaca llamado a la suprema dignidad de la Iglesia deseaba visitar su Patria…queria que esa visita pudiera servir a la gran causa de acercamiento y colaboración entre naciones: que sirviera a la comprensión recíproca, a la reconciliación y a la paz del mundo contemporáneo”. (discurso de bienvenida en Varsovia).

Era 2 de junio de 1979, el año que Polonia recordaba el 9º centenario de la muerte de San Estanislao y vigilia de Pentecostés. Dice el Cardenal Dziwisz “no creo exagerar si digo que nos envolvía un clima casi sobrenatural. Y después aquella simbiosis tan intensa, tan profunda, entre el Papa y el pueblo polaco. Y finalmente aquella oración de Juan Pablo II que era un grito al Espíritu Santo. No obstante ser una oración, en aquel momento histórico era clara referencia a una Polonia que aun vivia bajo la opresión. “Desciende Espiritu Santo! Que descienda tu Espiritu! Y renueve la faz de la tierra. De esta Tierra!”

Y después de Varsovia, Gniezno y Czestochowa, y Brzezinka, Kalwaria y Wadowice y su amada Cracovia. “Y entre el Bautismo de Varsovia y la Confirmación de Cracovia estaba la síntesis, el significado profundo del viaje…Inolvidable…Teniamos la sensación que algo estaba pasando, pero algo más allá de nuestra percepción. Desde aquel momento la gente de hecho comenzó a sentirse libre, libre interiormente, ya no tenia miedo. Y no solo en Polonia sino también en otros países, especialmente en nuestros vecinos del Este, y tambien en los del Tercer Mundo, que comprendieron que el Papa, con su misma presencia, creaba un clima de libertad… Y alli radicaba la fuerza, la novedad del pontificado de Juan Pablo II: liberar a la gente del miedo!” (Una vida con Karol).

2 comentarios:

Dimas dijo...

Gracias por compartir este evento

Ludmila Hribar dijo...

Gracias dimas por la visita.