Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

miércoles, 1 de julio de 2009

"Y tu quien crees que soy yo" responde la Madre Teresa

Y tu quien crees que soy yo….”
Responde la Madre Teresa de Calcuta
(de la Revista Tertium Millenium nr 1)

Jesucristo quiere amar con nuestros corazones y servir con nuestras manos”

“…Estoy convencida/o que El me ama y que yo le amo?
Esta convicción es la roca sobre la cual se construye la santidad. Que hacer para llegar a esta convicción?
Debemos conocer a Jesús, amar a Jesús, servir a Jesús.
Saberlo nos hará fuertes como la muerte. Conocemos a Jesús por medio de la fe – meditando Su Palabra en las Escrituras, escuchándole hablar a través de Su Iglesia, y nuestra intima unión en oración.
Cree en Jesús – confía en El con absoluta y total confianza porque El es Jesús. Cree que solo Jesús y solamente El es vida – y la santidad no es otra cosa que el mismo Jesús viviendo íntimamente en ti – la misma vida que recibimos en el Bautismo madurada y llegada a ser perfecta.."
“Ama a Jesús con fe sin mirar hacia atrás, sin temor. Entrégate totalmente a Jesús. El te usará para realizar grandes obras con la sola condición que creas mucho más en Su amor, que en tu debilidad. No debemos temer proclamar el amor de Jesús y amar como el nos amó.
El trabajo cotidiano, por mas pequeño que sea, convirtámoslo en el amor de Jesús en acción. No temamos ser pobres y proclamar Su pobreza.
No temais tener un corazón puro e indiviso e irradiar así el gozo de pertenecer a Jesús. No temáis depender de aquellos quienes tienen una autoridad superior - Su Iglesia – y declarad asi la obediencia de Cristo hasta la muerte.

Servir a Jesús con gozo y alegría de espíritu – dejando atrás las preocupaciones y problemas que nos aquejan. Jesús se acerca a cada uno de nosotros como el Pan de Vida – para ser comido, para ser consumido por nosotros. Así nos ama El. Y viene a nosotros como el Hambriento, como el Pobre, a la espera de ser alimentado con el pan de nuestra vida, amándolo con nuestro corazón, sirviéndole con nuestras manos. Como El dijo “todo cuanto hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.” Actuando asì testimoniamos que hemos sido creados a imagen de Dios – porque Dios es Amor y cuando amamos somos semejantes a Dios. Esto es lo que Jesús nos quiso decir cuando dijo: “sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto”.
Jesús quiere que seamos santos como Su Padre es santo. La Santidad no es el lujo de unos pocos, sino sencillamente un deber tuyo y mio. La Santidad, una gran santidad – es algo muy sencillo si le pertenecemos enteramente a Nuestra Señora.
Que este año 1997, el Año de Jesucristo, el Inmaculado Corazón de Maria, nuestra Reina y Madre sea cada vez mas nuestro camino hacia Jesús y nos obtenga la luz de Jesús, el amor de Jesús y la vida de Jesús para cada uno de nosotros. Entonces cuando llegue el Jubileo del año 2000, podremos regocijarnos que Cristo camina nuevamente por el mundo en nosotros y que por intermedio nuestro va haciendo el bien..

Oremos! Que Dios os bendiga!"

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