Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

jueves, 18 de marzo de 2010

Mensaje del Papa Benedicto XVI para la XXV Jornada Mundial de la Juventud

«Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?» (Mc 10,17

Ya está disponible en el sitio del Vaticano la versión en español del Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la XXV Jornada Mundial de la Juventud que se celebra en Roma el próximo Domingo de Ramos – 28 de marzo 2010. Es un mensaje especial y particular pues recuerda el “25 aniversario de la institución de la Jornada Mundial de la Juventud, querida por el Siervo de Dios Juan Pablo II como una cita anual de los jóvenes creyentes de todo el mundo. Fue una iniciativa profética que ha dado abundantes frutos, ofreciendo a las nuevas generaciones la oportunidad de encontrarse, de ponerse a la escucha de la Palabra de Dios, de descubrir la belleza de la Iglesia y de vivir experiencias fuertes de fe, que han llevado a muchos a la decisión de entregarse totalmente a Cristo. Esta XXV Jornada representa una etapa hacia el próximo Encuentro Mundial de jóvenes, que tendrá lugar en agosto de 2011 en Madrid, con la esperanza de que seáis muchos los que podáis vivir este evento de gracia.
Para prepararnos a esta celebración, quisiera proponeros algunas reflexiones sobre el tema de este año, tomado del pasaje evangélico del encuentro de Jesús con el joven rico: “Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?” (Mc 10,17). Un tema que ya trató, en 1985, el Papa Juan Pablo II en una Carta bellísima, la primera dirigida a los jóvenes.”
Son las primeras palabras del Papa Benedicto en un mensaje con una fuerte impronta al espíritu y al amor de nuestro querido Juan Pablo por los jóvenes. En el mensaje se presentan seis puntos:
1. Jesús encuentra a un joven- poniendo de relieve “la gran atención de Jesús hacia los jóvenes”,
2. Jesús lo miró y lo amó« Jesús se le quedó mirando con cariño»(Mc 10,21).
3. El descubrimiento del proyecto de vida «¿Qué tengo que hacer?». «¿Estoy satisfecho de mi vida? ¿Me falta algo?». «¿Qué he de hacer para que mi vida tenga pleno valor y pleno sentido?» (ibíd., n. 3). «Señor, ¿cuál es tu designio de Creador y de Padre sobre mi vida? ¿Cuál es tu voluntad? Yo deseo cumplirla».
4. ¡Ven y sígueme! Él llama a cada uno a seguirle con acciones concretas, a amarlo sobre todas las cosas y a servirle en los hermanos. ¡Él sabe dar un gozo profundo a quien responde con generosidad!
5. Orientados hacia la vida eterna «¿Qué haré para heredar la vida eterna?». estamos llamados a la eternidad. Dios nos ha creado para estar con Él, para siempre.
6. Los mandamientos, camino del amor auténtico ; Jesús le recuerda al joven rico los diez mandamientos, como condición necesaria para «heredar la vida eterna».

7. Os necesitamos “A pesar de las dificultades, ¡no os desaniméis, ni renunciéis a vuestros sueños! Al contrario, cultivad en el corazón grandes deseos de fraternidad, de justicia y de paz. El futuro está en las manos de quienes saben buscar y encontrar razones fuertes de vida y de esperanza"


Al final del Mensaje el Papa Benedicto XVI hace referencia a su Carta encíclica Caritas in veritate— refiriéndose específicamente a “algunos grandes retos actuales” “a los que estàis llamados a responder para construir un mundo más justo y fraterno. Son retos que requieren un proyecto de vida exigente y apasionante, en el que emplear toda vuestra riqueza según el designio que Dios tiene para cada uno de vosotros. No se trata de realizar gestos heroicos ni extraordinarios, sino de actuar haciendo fructificar los propios talentos y las propias posibilidades, comprometiéndose a progresar constantemente en la fe y en el amor” y finalmente invita en este Año Sacerdotal, " a conocer la vida de los santos, sobre todo la de los santos sacerdotes. Veréis que Dios los ha guiado y que han encontrado su camino día tras día, precisamente en la fe, la esperanza y el amor. Cristo os llama a cada uno de vosotros a un compromiso con Él y a asumir las propias responsabilidades para construir la civilización del amor. Si seguís su palabra, también vuestro camino se iluminará y os conducirá a metas altas, que colman de alegría y plenitud la vida."

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