Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

miércoles, 20 de julio de 2011

Juan Pablo II : Catequesis y evangelización

En la Audiencia General del 5 de diciembre de 1984, al comenzar una breve “serie de instrucciones sobre las verdades de la fe y de la moral cristiana en el ámbito de una catequesis global sistemática” nos decía Juan Pablo II :
“Con el acontecimiento de Pentecostés comenzó el tiempo de la Iglesia…. cuando los Apóstoles, reunidos en el Cenáculo, "se llenaron del Espíritu Santo" (Act 2, 4)…..
El Cenáculo, hasta entonces cerrado, se abrió de par en par y los apóstoles salieron al encuentro de los peregrinos judíos, presentes aquel día de diversos países y de diversas naciones. Todos estaban llenos de asombro, al oír a los Apóstoles —sabían que eran galileos— hablar en diversas lenguas; "cada uno en la lengua que el Espíritu le sugería"(Act, 2, 4). “ Este tiempo de la Iglesia marca también el comienzo de la evangelización apostólica. El nacimiento de la Iglesia coincide con el comienzo de la evangelización. Puede decirse que éste es simultáneamente el comienzo de la catequesis. De ahora en adelante, cada uno de los discursos de Pedro es no sólo anuncio de la Buena Nueva sobre Jesucristo, y por tanto un acto de evangelización, sino también cumplimiento de una función instructiva, que prepara a recibir el Bautismo; es la catequesis bautismal. A su vez, ese "perseverar en oír la enseñanza de los Apóstoles" por parte de la primera comunidad de los bautizados constituye la expresión de la catequesis sistemática de la Iglesia en sus mismos comienzos. Puede decirse que éste es simultáneamente el comienzo de la catequesis”
En esa misma Audiencia comentaba que después del Concilio Vaticano II, dos sesiones sucesivas del Sínodo de los Obispos trabajaron sobre los temas evangelización/catequesis. De allí surgieron dos documentos pontificios: Evangelii nuntiandi (acerca de la Evangelización en el mundo contemporáneo) y Catechesi tradendae, (sobre la catequesis en nuestro tiempo) que explican la relación de la catequesis con la evangelización. En este último documento leemos que “la catequesis es una etapa de la evangelización….Más concretamente, la finalidad de la catequesis, en el conjunto de la evangelización, es la de ser un período de enseñanza y de madurez, es decir, el tiempo en que el cristiano, habiendo aceptado por la fe la persona de Jesucristo como el solo Señor y habiéndole prestado una adhesión global con la sincera conversión del corazón, se esfuerza por conocer mejor a ese Jesús en cuyas manos se ha puesto: conocer su «misterio», el Reino de Dios que anuncia, las exigencias y las promesas contenidas en su mensaje evangélico, los senderos que Él ha trazado a quien quiera seguirle.”
En la Audiencia General del Miércoles 12 de diciembre de 1984 el Papa vuelve a los orígenes diciendo que “Desde su nacimiento en Jerusalén, el día de Pentecostés, la Iglesia "persevera en oír la enseñanza de los Apóstoles", y esto significa el encuentro recíproco en la fe, de los que enseñan y de los que son instruidos”, y agrega “Precisamente esto es la catequesis según la palabra griega (Kátekheo). Esta palabra originariamente significaba "llamar desde arriba" (ex alto) o también "producir eco (Kata = arriba, ekheo = sonar, expresar). De ahí se deriva luego el significado de instruir (cuando la vez del que enseña encuentra eco en la voz del alumno, de manera que la respuesta del alumno es como el eco consciente del maestro). Esta última explicación es importante porque indica que una instrucción, como es la catequesis, no tiene lugar de modo solamente unilateral, como lección, sino también como coloquio, mediante preguntas y respuestas.” Catequesis, por otra parte, también está ligada a la palabra "catecúmeno", que literalmente quiere decir "el que es instruido" (Katekhoúmenos). Asi la catequesis se convertía en la "iniciación", es decir, en la introducción al "mysterium" del bautismo, y luego al conjunto de la vida sacramental, de la que es cumbre y centro la Eucaristía.”
En la Audiencia General del 19 de diciembre de 1984 el Papa explica que con el correr del tiempo se fue “afianzando cada vez más universalmente la costumbre de administrar el bautismo a los niños poco después de su nacimiento y comenzó a desaparecer la institución del catecumenado en su forma primitiva” quedando la catequesis aplazada en base al compromiso de padres y padrinos.
El 9 de enero de 1985 profundiza sobre la catequesis en general y la responsabilidad del catequista
En la audiencia General del 16 de enero de 1985 Juan Pablo II recordaba conceptos de (Catechesi tradendae, 21) en el sentido que la catequesis “ Debe ser una enseñanza que insista en lo esencial, que "no pretenda abordar todas las cuestiones disputadas ni transformarse en investigación teológica o en exégesis científica; una enseñanza, no obstante, bastante completa, que no se detenga en el primer anuncio del misterio cristiano, cual lo tenemos en el kerigma; una iniciación cristiana integral, abierta a todas las esferas de la vida cristiana"
Y en la Audiencia del 6 de marzo de 1985 el Papa habla específicamente sobre la formación de los catequistas.

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