Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

martes, 30 de octubre de 2012

Mons. Castagna reflexiona sobre el Concilio Vaticano II




En una reflexión relativamente extensa pero muy completa y que seguramente interesará a quien quiera profundizar en la vida de la Iglesia durante el Año de la Fe,  Mons. Domingo Salvador Castagna, Obispo emérito de Corrientes, Argentina nos invita a reflexionar sobre el Concilio Vaticano II a los 50 años de su inicio.

Mons. Castagna comienza su reflexión con una experiencia personal: Fui ordenado sacerdote casi seis años antes de inaugurarse el Concilio Vaticano II. Durante aquellos primeros años de sacerdocio me preguntaba, con mucha frecuencia, si la Iglesia estaba dispuesta a una renovación, cuya necesidad ya entonces se vislumbraba con cierta urgencia. No dudaba de que, en la tarea de renovarse, la Iglesia debía mantener fidelidad absoluta a su naturaleza y a su Tradición. Con pesar, advertía a diario, que la mayoría de los bautizados no frecuentaban los sacramentos, no cultivaban la lectura piadosa de la Sagrada Escritura y no experimentaban la mínima inquietud por la evangelización del mundo. En mi caso, y en el de muchos hermanos presbíteros de la época, pasaba largas horas en el confesionario atendiendo a un número selecto de cristianos mientras muchísimos otros transitaban caminos ajenos a la fe, sin inquietarse por superarlos mediante la gracia de los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía.”

Luego nos recuerda la importancia del Sínodo de 1985,  durante el pontificado de Juan Pablo II a los 20 años del Concilio,  en el cual el Cardenal John Krol, presidente delegado subrayaba en su saludo inaugural que : “El Papa no nos ha llamado a celebrar un mini-concilio o a cambiar o corregir el Vaticano II, sino a revivir la extraordinaria experiencia de comunión eclesial, que caracterizó al Vaticano II”  
En su reflexión Mons. Castagna invita ahora  “a toda la Iglesia a revivir aquella experiencia.”
Mons Castagna enumera  los documentos surgidos del vaticano II :  4 Constituciones, 9 Decretos y 3 Declaraciones, en total 16 y nos invita “con urgencia a una relectura”. Habla también de la tan necesaria colegialidad, tema tan caro a Juan Pablo II.

En el último párrafo de su exposición  Mons. Castagna transcribe la sucesión histórica delos Concilios de la Iglesia Católica: “en total  21 Concilios Ecuménicos, sin contar el de los Apóstoles en Jerusalén.”
 Y concluye su exposición, entre otros, con estas palabras:

“ El Concilio Vaticano Segundo no ha pasado de moda. Es un momento de la historia de la Iglesia en el que se concentra, en una síntesis admirable, todo el acontecimiento - aún inconcluso - que ha provocado un viraje de 180 grados en la marcha de la humanidad hacia su destino propio: el que Dios le señala desde su eternidad.  Cristo conduce ese momento. Mejor dicho: Dios mismo, que valora de tal modo al hombre, se sumerge en su historia para recuperarlo (para salvarlo). Ese empeño divino por salvar a los hombres es transmitido a su Iglesia mediante el ministerio ejercido por los Apóstoles y sus sucesores, como también por quienes reciben un grado de participación en él. El Concilio constituye una Asamblea de los mencionados Pastores (Obispos) cuya finalidad es orientar la acción pastoral hacia el cumplimiento de su misión evangelizadora.”

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