Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

sábado, 8 de junio de 2013

Juan Pablo II y Marija Bistrica, Santuario de la nación croata

Santa María, Majka Bozja od Kamenitih Vrata, venerada con el título de Decus singulare Croatiae, permanece junto a tus hijos, que se encomiendan a ti. Tú, a quien invocan como Inicio de un mundo mejor, míralos con bondad. Que gracias a tu ayuda respondan generosamente a la llamada del Redentor. (Ángelus de la primer visita del Papa Juan Pablo II a Croacia, Zagreb 1994, durante el cual se dirigió especialmente a los jóvenes)


En sus habituales pensamientos durante los Ángelus del Año Mariano el 20 de marzo de 1988 Juan Pablo II se dirigía al Santuario Mariano de Marija Bistrica. En propias palabras nos contaba brevemente su historia y decía que es “uno de los más conocidos y frecuentados en Croacia. La localidad de Bistrica fue reconocida como parroquia ya el año 1334. En la iglesia, dedicada a los Santos Pedro y Pablo, se empezó a venerar, a partir de la primera mitad del 1500 una imagen en madera de la Virgen con el Niño Jesús. Al principio la estatua se encontraba en una capilla de la parroquia, llamada Vinski Vrh, pero cuando, en 1545, los turcos invadieron la región, el párroco, para salvarla, la emparedó bajo el coro de la iglesia parroquial, y por prudencia no reveló a nadie el lugar. Poco después moría, y con él se enterró también el secreto del escondrijo de la Virgen. El 16 de julio de 1684 fue encontrada nuevamente y a partir de entonces el culto comenzó a crecer de tal modo que en breve tiempo el lugar se convirtió en el centro del culto mariano de la región, y tal siguió siendo en los siglos sucesivos. Cada vez que, a lo largo de la historia, el pueblo croata se ha encontrado en dificultades, se ha dirigido siempre con gran confianza a su querida Madre celestial. En 1715 la Asamblea Nacional del pueblo croata decidió construir un gran altar "ex voto" en Bistrica, para demostrar la devoción del pueblo a la Virgen. El obispo de Zagreb, mons. Jorge Branjug, amplió la iglesia de los Santos Pedro y Pablo, que ya se había quedado pequeña para albergar a los peregrinos, y la dedicó a la Virgen de la Nieve el 13 de julio de 1731: desde ese momento se convirtió en el santuario de la Virgen de Bistrica, y el mismo pueblo se llamó desde entonces Marija Bistrica. El Papa Pío XI, en 1923, concedió a la iglesia de Marija Bistrica el titulo de "basílica menor". La Conferencia Episcopal en 1971 la declaró santuario nacional.”

Croacia se vio privilegiada por tres viajes apostólicos del Papa Juan Pablo II:


La segunda oportunidad fue en 1998 Dos momentos centrales de aquella visita como decía el Papa a su llegada eran: : la beatificación del siervo de Dios Alojzij Stepinac como mártir de la fe y la celebración del XVII centenario de la fundación de la ciudad de Split. Con esos dos acontecimientos están vinculadas mis dos peregrinaciones: a Marija Bistrica, santuario mariano nacional croata, y al protosantuario mariano croata, en la isla de Solin, dos lugares muy significativos para la historia religiosa de vuestra región. “

Sin dudas el motivo principal era la beatificación del Cardipal Stepinac, en el Santuario mismo de Marija Bistrica. En ese acto solemne que tuvo lugar el primer sábado de octubre el Papa decía: “Ante los ojos de la Virgen santísima un hijo ilustre de esta tierra bendita sube a la gloria de los altares, en el centenario de su nacimiento. Es un momento histórico en la vida de la Iglesia y de vuestra nación. El cardenal arzobispo de Zagreb, una de las figuras más destacadas de la Iglesia católica, después de sufrir en su cuerpo y en su espíritu las atrocidades del sistema comunista, ahora es entregado a la memoria de sus compatriotas con las brillantes insignias del martirio….. Con su sacrificio, unido a los sufrimientos de Cristo, han dado un extraordinario testimonio que, con el paso del tiempo, no pierde nada de su elocuencia, sino que sigue irradiando luz e infundiendo esperanza. Junto a ellos, muchos otros pastores y simples fieles, hombres y mujeres, han confirmado también con la sangre su adhesión a Cristo. Forman parte de la multitud de los que, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos, están ya ante el trono del Cordero (cf. Ap 7, 9).”


La tercera y última visita de Juan Pablo II a Croacia fue para la beatificación de la madre María de Jesús Crucificado Petkovic, fundadora de la congregación de Hijas de la Misericordia, para "la educación e instrucción de la juventud femenina". También en esa ocasión en el Ángelus del Domingo se dirigió especialmente a los jóvenes. “Vosotros, queridos amigos, sabéis que el Papa os mira con confianza y esperanza, y os renueva la invitación a ser centinelas del mañana y pueblo de las bienaventuranzas, como os definí durante las últimas Jornadas mundiales de la juventud.”

Lamentablemente la página oficial del Santuario de Marija Bistrica está solamente en idioma croata, pero en otras fuentes podemos obtener más información.



En Marie de Nazaret leemos: En ese lugar se veneraba a la Virgen y al Niño. Cuando los turcos invadieron la región en 1545, el párroco quiso protegerla de las profanaciones y la escondió detrás del coro de la iglesia; pero el párroco murió antes de poder decirlo. Su sucesor que ignoraba el escondite, un día vio una luz extraña que brillaba en el coro, se puso a excavar y encontró la estatua. En 1650, otra vez les turcos invaden la región. El párroco de nuevo esconde la estatua, permaneciendo así oculta hasta en 1684, cuando su sucesor tuvo la visión de una mujer que sostenía en la mano un cirio y le dijo: «reza con todo tu pueblo para que yo pueda volver a ser vista». El párroco encontró la estatua, la gente vino a rezar a ese lugar y numerosos milagros se produjeron. Entre 1688 y 1786, fueron registrados 1109 prodigios. El 13 de julio de 1731 el santuario fue aumentado y dedicado a Nuestra Señora de las Nieves. La ciudad, desde ese día pasó a llamarse « Maria Bistrica ». A raíz de un incendio ocurrido en 1880, el edificio fue reconstruido enteramente. En 1923 la iglesia pasó a ser una basílica menor, y los obispos la declaran santuario nacional. En 1935, una peregrinación votiva reúne una gran multitud que promete a la Virgen: "permanecer fiel mientras susurren nuestros riachuelos... reverdezcan nuestras praderas... trascienda el perfume de las flores de nuestra patria.» cuyo autor es Attilio Galli

Cultura croata confirma que “Marija Bistrica es el santuario mariano más grande de Croacia, situado en Hrvatsko Zagorje, a unos 30 km de Zagreb. La talla milagrosa de la Virgen morena, originalmente ubicado en la capillita que se alza sobre Marija Bistrica, por debido al peligro turco de profanación fue tapiada en la iglesia parroquial, donde fue nuevamente descubierta en 1684. Además de una preciosa iglesia, esta basílica es Calvario de los pasos del vía crucis.


Cada uno de los pasos constituye de per se una valiosa obra de arte de conocidos escultores croatas. Sobre el monte Calvario, en un oasis de paz, se encuentra el monasterio de las carmelitas descalzas.” La piedra basal de ese Monasterio fue bendecida por el Papa Juan Pablo II durante su visita para el 900aniversario de la Arquidiócesis de Zagreb el 11 de septiembre de 1994 y colocada en los fundamentos de lo que sería la nueva Basilica el 11 de septiembre de 1995 por le Cardenal Franjo Kuharic.tala

La idea del monasterio había sido del Beato Alojzij Stepinac en 1941 y las monjas carmelitas viven allí desde su beatificación el 3 de octubre de 1988. Aquella visita de Juan Pablo II para la beatificación del cardinal Steppinac sigue siendo considerada la visita más importante del Papa a Crocia, de hecho realizada aun durante el régimen comunista. Pero el Papa en sabias palabras les dejo su mensaje: He venido a ustedes hoy en este amado santuario de la madre del Cielo – la Madre de Dios de Bistrica para conmemorar las oraciones de vuestros antepasados frente a esta estatua negra y en agradecimiento a Dios por la proclamación del siervo de Dios Alozij Stepinac. Roguemos a Dios que nos perdone nuestras culpas para que con nuestras conciencias libres podamos ser testigos de la Palabra, podamos orar para que su misericordia nos preserve en la fe, en la Palabra en el servicio y la humildad de Corazón” . Una señal fuerte ante un régimen que aun persistía, si bien a Croacia aun le esperaban momentos muy duros hasta que recuperase la independencia.

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