Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

sábado, 28 de septiembre de 2013

Juan Pablo II, Santo: la culminación de un gran proyecto – coloquio con Mons. Slawomir Oder


(Juan Pablo II en Damasco, Siria, 5.05.2001)

Juan Pablo II, Santo, es la culminación de un gran proyecto. Es uno de los padres conciliares cuya fuerza reformadora sigue emergiendo hoy de las palabras del Papa Francisco y de Benedicto XVI»

Son palabras de Mons. Slawomir Oder, Postulador de la causa de Canonización de Juan Pablo II, que ha hablado con nosotros después que el Papa Francisco confirmara oficialmente la santificación de Karol Wojtyla


Mons. Oder como ha vivido la noticia?
«Juan Pablo II, Santo, ha sido la culminación de un gran proyecto. Un gran momento de gozo y de satisfacción personal. He vivido estos últimos ocho años consciente de las esperanzas que provenían de fieles de todo el mundo. Y ahora con la aprobación del Papa Francisco aquella tarea que me fue confiada por mis superiores y por Benedicto XVI finalmente llega a su término.

Que es lo que le ha quedado más grabado de estos 8 años? 
«Viajando por el mundo junto a la reliquia itinerante de Juan Pablo II he podido comprobar con mis propios ojos el afecto que lo une a los fieles. Desde el África a las Américas he podido recopilar testimonios de amor. No es casualidad que haya sido llamado testigo de esperanza: sus viajes apostólicos fueron signos de paz y de amor. Ha sido una experiencia eclesial única que me ha permitido vivir el concepto de santidad entendido como la traducción histórica de la gracia divina. Y ahora alcanzado el objetivo de la santificación todo adquiere un significado mayor»  

Una “meta” oficializada por el Papa Francisco, después de su viaje a Lampedusa es la publicación de su encíclica “Lumen fidei” escrita a cuatro manos con Benedicto XVI. Cuán importante es su herencia? 
«Mas que herencia de su pensamiento, tenemos un desarrollo orgánico de la tradición del Concilio Vaticano II. Aquello entre Benedicto XVI y el Papa Francisco es una transferencia tangible de una consigna que simboliza la evolución concreta del pensamiento reformador del Concilio. Un evento crucial para la historia de la Iglesia que adquiere vida a partir del pensamiento de Pio XII y que después Juan XXIII procede a su plena concreción»

Juan XXIII que será canonizado junto a Wojtyla. Y si no me equivoco sin la aprobación de un milagro. Como podemos interpretar esta voluntad del Papa Francisco? 
«En este caso se ha llegado igualmente a la canonización porque el Pontífice puede actuar prescindiendo de la existencia de  un milagro.  Creo que debemos leer la santificación de Juan XXIII en su clave conciliar.  No obstante todas las opiniones en su contra ha tenido el coraje de poner en marcha un evento de alcance histórico en la historia de la Iglesia que después ha encontrado en la extraordinaria figura de Juan Pablo II, uno de los padres conciliares, su máxima expresión.  Y hoy con su fuerza reformadora sobresale también en las palabras del Papa Francisco y Benedicto XVI.»


Desde el inicio de su Pontificado, el Papa Francisco ha sido comparado a menudo con la figura de Karol Wojtyla. Que dice usted? 
«No hace falta empeñarse en conjeturas fáciles. Ambos son parecidos en carácter por cierto, pero la verdadera semejanza se encuentra en la vida que han llevado, en su evolución como personas. Ambos han formado su humanidad en contextos sociales y políticos difíciles. Esto les ha permitido madurar una sensibilidad particular hacia el prójimo y las problemáticas de las comunidades más desprotegidas.  El hecho que el Papa Francisco fuera a Lampedusa simboliza precisamente esto: una necesidad, una expresión de amor hacia aquellos hombres que en clave evangélica, son llamados “anawim”, los pobres de Israel que escuchan el mensaje traído por Cristo».

Volviendo a Juan Pablo II, nos puede hablar de este segundo milagro? 
 «Se trata de la curación total de un aneurisma cerebral diagnosticado a una señora de Costa Rica. Los médicos no podían hacer nada pues el mal estaba situado en la parte no operable del cerebro. El día de la beatificación de Juan Pablo II el aneurisma desapareció completamente, permitiendo a la señora volver a su actividad habitual».

Recordando estos años cuales son los momentos que recuerda con mayor afecto?
«El momento más importante y más fuerte fue precisamente cuando se me concedió la confianza del encargo, totalmente inesperado.  Las palabras de afecto del Cardenal Ruini el promotor oficial del proceso, tan unido a Juan Pablo II de solicitar al Santo Padre la dispensa de 5 años para seguir la evolución del proceso.  Pero quedará grabado para siempre en mi memoria el día de la Beatificación: el gozo de la plaza y el agradecimiento de Benedicto XVI transmitido en sus palabras que atesoraré para siempre en mi corazón»  
por Giuseppe Tetto
 (publicado en la página oficial de la Postulación – traducido del original en italiano)

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