Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

martes, 21 de enero de 2014

Wojtyla y Bergoglio y una preocupación común: la patria

Hojeando nuevamente Historia de Karol de Gian Franco Svidercoschi (que ya me resulta tan familiar que cada vez que vuelvo a tomar el libro me parece haberlo vivido)  encuentro líneas que de alguna manera me inspiran a pensar en la Argentina…. A pensar en Wojtyla y Bergoglio y la Argentina de hoy.

Decia Svidercoschi en el capitulo 4, un capitulo muy fuerte

“También Karol estaba angustiado. La historia, una historia trágica, había irrumpido de improviso en su patria, en su misma vida privada, y le había dejado como aturdido. Sentía como si le hubieran arrancado sus esperanzas y destruido su futuro. Sólo tenía veinte años ¡Y cómo había cambiado su existencia en tan breve lapso de tiempo!. Se dedicó a leer…..escribió….estudió…trabajó….vivía cada jornada a tope, de manera casi frenética, de modo que pudiera desentenderse de toda aquella explosión del mal. Pero no lo conseguía. Era imposible permanecer ajeno…..el joven Wojtyla se preguntaba si Polonia había caído sólo por ….o si más bien, no tendrían parte de culpa en ello los mismos polacos su clase dirigente, sus partidos políticos, al haber desperdiciado ….años de independencia y libertad pensando más en el poder  que en construir y consolidar  la democracia. Era fácil percibir que él se inclinaba más bien por la segunda hipótesis “han traicionado y engañado a la nación – escribía – Pero no obstante esto, al final lograba encontrar, gracias a su fe religiosa,  el camino de la esperanza: «Creo que nuestra liberación tiene que ser la puerta de Cristo….»   Eran palabras muy similares a otras que Karol pronunciaría muchos años mas tarde.”

Jorge Bergoglio reflexionando a partir del Martin Fierro escribía  “ser un pueblo supone, ante todo, una actitud ética, que brota de la libertad… Cuando los obispos repetimos, una y otra vez, que la crisis es fundamentalmente moral, no se trata de esgrimir un moralismo barato, una reducción de lo político, lo social y lo económico a una cuestión individual de la conciencia. Eso sería “moralina”….los valores no pueden consensuarse: simplemente, son.
En el juego acomodaticio de “consensuar valores” se corre siempre el riesgo, que es resultado anunciado, de “nivelar para abajo”…..sabemos que no alcanzó con golpear las cacerolas: hoy lo que más urge es tener con que llenarlas. Debemos recuperar organizada y creativamente el protagonismo al que nunca debimos renunciar, y por ende, tampoco podemos ahora volver a meter la cabeza en el hoyo, dejando que los dirigentes hagan y deshagan. Y no podemos por dos motivos: porque ya vimos lo que pasa cuando el poder político y económico se desliga de la gente, y porque la reconstrucción no es tarea de algunos sino de todos, así como la Argentina no es sólo la clase dirigente, sino de todos y cada uno de los que viven en esta porción del planeta.
Y siguen reflexiones basadas en : El trabajo y la clase de persona que queremos ser; el urgente servicio a los más débiles; nunca más el robo, la coima y el “no te metas”

Estamos en una instancia crucial de nuestra Patria – decía – (*), crucial y fundante: por eso mismo, llena de esperanza. La esperanza esta tan lejos del facilismo como de la pusilanimidad.  Exige lo mejor de nosotros mismos en la tarea de reconstruir lo común, lo que nos hace un pueblo…..  Las reflexiones concluyen con la Oración por la Patria
que nos ofrecieron los obispos argentinos: Jesucristo, Señor de la historia….
(*) como lo estamos hoy.

Cada vez siento con más fuerza que Jorge Bergoglio es nuestro Karol Wojtyla.


Bergoglio: “Me gusta hablar de patria, no de país, ni de nación. El país es, en última instancia, un hecho geográfico, y la nación un hecho legal, constitucional. En cambio, la patria es lo que otorga la identidad”
(El jesuita,  Rubin y Ambrogetti,Vergara)

Y la Conferencia Episcopal Argentina nos ha dejado ese precioso documento que no pierde vigencia: 





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